

Los primeros carros de asalto que se integraron en el Ejército español, fueron el Renault FT-17 y el Schneider CA-1, ambos de origen francés. Pero también se evaluaron otros vehículos blindados y comenzó el desarrollo de un carro autóctono en la Fábrica de Trubia.
Con los medios blindados que llegaron a España se organizaron la Compañía de Carros Ligeros de Asalto de Infantería y la Batería de Carros de Asalto de Artillería. Tras su creación, en el año 1922, estas unidades fueron enviadas urgentemente al Protectorado y entraron en fuego en marzo de ese año prácticamente sin instrucción.
Número de Páginas: 64
Autor: Raúl Marín Palma y Lucas Molina Franco
Encuadernación: Rústica