
El enfrentamiento entre las colonias rivales y los nativos en que se apoyaban fue brutal. La aplicación a la contienda de los paradigmas de la Ilustración era inconcebible en una lucha caracterizada por la devastación de la frontera y una competencia por la tierra que provocó migraciones forzosas masivas. Se trataba, a su vez, de una lucha donde la concepción táctica y estrategia europea carecía de sentido ante las distancias, la geografía agreste y los recursos disponibles. Tanto para los indígenas como para los colonos, la guerra fue un acontecimiento definitorio, un punto de inflexión en su relación con un mundo que cambiaba a gran velocidad.